Desde los años 80 está naciendo una oleada de niños y niñas diferentes. Son seres con nuevas capacidades, vienen para enseñarnos que un nuevo mundo es posible, imponiéndonos la necesidad de prepararnos y servirles las herramientas necesarias para que ese potencial salga a la luz.
La educación actual, marcada por el hemisferio izquierdo, lógico, competitivo y lineal no ayuda a desarrollar al completo sus cualidades. Es por ese motivo entre otros que cada vez nos encontremos niños y niñas con diagnóstico de hiperactividad, falta de atención, dislexia o retraimiento, ya que sus necesidades vienen dadas por el hemisferio derecho, creativo, intuitivo y sensitivo.
Existen muchos recursos y vías en las que poder apoyarnos y ayudarles. Es necesario si queremos una nueva generación de jóvenes saludables, física, mental y espiritualmente, espacios donde todo esto se pueda conformar, donde la educación no esté separada por compartimentos estancos. Cada ser venimos con la capacidad de aprender pero todas las personas no somos iguales. Cada cual nace con unos determinados patrones de aprendizaje. Es necesario descubrirlos y ponerlos en práctica. Es necesario tener centros especializados, colegios con una nueva pedagogía, familias conscientes, educandos con un alto nivel de compromiso pero sobre todo hacer ver a los nuevos seres que no están en soledad. Los antiguos paradigmas están cayendo. Construyamos un nuevo mundo.