Educacion cuantica
Educación

Educación cuántica

Necesitamos nuevas estrategias para transformar la escuela. Que ofrezca una educación integral para cubrir las demandas de la infancia de hoy, más precoz, inquieta y expresiva. Nos enfrentamos también a un cambio para los adultos.

¿Hay adultos que se adelantan a su tiempo?

Decididamente si. Hay adultos que se adelantaron a su tiempo. Y para todos ellos, no fue nada fácil.

Según la investigadora Doreen Virtue, estas personas reunían algunas cualidades muy marcadas. Autosuficiencia, testarudez, creatividad, sentido del humor, liderazgo y carisma.

En general, destacaban por la habilidad a la hora de aprender. Tenían una personalidad altamente empática y mucha facilidad a la hora de manejar las nuevas tecnologías.

Sin embargo, esa misma personalidad les hacía padecer a veces inestabilidad emocional, falta de disciplina y constancia, continuamente buscaban algo para huir de la rutina y esto les hacía sentirse vacío, desfasado, incomprendido, solo o fuera de lugar.

Estos adultos que comenzaron a venir desde los años 50, se han convertido en los padres y madres de la infancia y adolescencia de hoy.

Lo que está pasando con la infancia actualmente.

Tengo claro que atravesamos los comienzos de una nueva civilización. La infancia de hoy es más precoz, más inquieta y más expresiva. No es igual que hace veinte años, que estaban más cohibidos, más sumisos. Ahora expresan lo que sienten, por tanto requieren una educación muy activa, es por esto que la comunidad educativa tiene que buscar nuevas estrategias.

Muchas cosas están cambiando desde, más o menos, el año 2000. La infancia de hoy es más madura. Ahora pueden aprender dos o tres idiomas, manejar fácilmente el ordenador, son más maduros y nos sorprenden con sus respuestas.

¿Qué es necesario?

Es necesario transformar la escuela y esto nos impulsa, tanto al profesorado como a las familias, a realizar un giro diametralmente opuesto a nuestras formas de pensar y actuar. Desde luego requiere tiempo y decisión por parte de todo el mundo involucrado.

Imaginaros una escuela que abarque, además de los conocimientos, los valores éticos, cívicos y morales. Las habilidades, las destrezas, las pericias y las aptitudes. En otras palabras, una escuela que ofrezca una educación integral, holística, que abarque todas las potencialidades y las facetas de la personalidad infantil.

Asumamos con responsabilidad los nuevos desafíos que nos trae esta infancia tan diferente. Que implica romper nuestros prejuicios, nuestros estereotipos y esos esquemas mentales nocivos. Tenemos que cambiarlos por compromiso y pasión, desterrando definitivamente toda clase de discriminaciones.

La educación cuántica.

La Doctora Inma Nogués, médica y bióloga cuántica autora del libro: “De lo físico a lo sutil” utiliza la expresión niños cuánticos para definir a esa infancia con una expansión de la consciencia tan desarrollada y tan precursora. La llegada de estos seres, cambia nuestro entendimiento. La infancia va más allá de la materia. Por eso, una educación solamente material no puede satisfacerles, necesitan más.

Educación cuantica mujer joven del siglo pasado detras de puerta

Nuevos paradigmas que nos trae esta nueva infancia.

Esta infancia, nacida a partir del año 2000, nos enseña a movernos con los nuevos paradigmas del universo cuántico, trayéndonos las pautas de la nueva sociedad.

Estos nuevos paradigmas son enormes y a veces pueden incomodar a los adultos, ya que deben confrontar todo lo que han aprendido, la manera de vivir y de pensar.

La infancia de hoy aprende de una manera no lineal, es caótica, asimila conocimientos rápidamente, necesita constante movimiento y demanda estímulos y creatividad, que tengan un carácter emotivo y lúdico. En definitiva, la infancia de hoy abre caminos insospechados hacia la multidimensionalidad.

Acceso inminente a la información.

La investigadora estadounidense Bárbara Ann Brennan, comentó veinte años atrás:

El acceso directo a la información tiene numerosas implicaciones futuras. Todo parece indicar que nosotros, como especie, estamos aprendiendo a acceder a la información de modo directo, lo cual afectará a nuestro sistema educativo en su conjunto y, naturalmente, a la sociedad en la cual vivimos”.

El tiempo llegó.

En realidad, no importa la etiqueta que pongamos: niños cuánticos, índigos, retadores, hiperactivos. Ni la educación que elijamos: alternativa, tradicional, del nuevo milenio…no, no, no importa.

Lo importante es conocer a qué nos enfrentamos, qué nos traen y cómo nos comportamos con ellos, que valores adoptamos para sentirnos respetados por esta nueva oleada de seres. Inundemos los hogares de amor y las aulas de cariño.

Tenemos el deber y la responsabilidad de transformar el sistema educativo con las demandas que nos exigen, sabiendo que esto implica un cambio para nosotros también.

Ray Sorigué, investigadora catalana, descrió en 1998 al niño del Tercer Milenio de la siguiente manera:

“Ser niño ahora implica una gran responsabilidad,

Somos los últimos viajeros del tiempo.

Venimos habiendo incorporado en nosotros la sabiduría de las edades.

Somos portadores de la síntesis de este planeta Tierra.

Tenemos una parte humana y otra divina.

Fusionar estas dos y vivir en armonía con el Universo es nuestro deseo.

Para ello necesitamos vuestra ayuda, vuestra visión de adultos.

Dadnos la mano y juntos hagamos un mundo de Luz, Paz y Amor”.

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