Inteligencia verbal o lingüística
En compartires anteriores estuvimos hablando de las Inteligencias Múltiples, dimos un repaso superficial a cada una de ellas pero en esta ocasión me gustaría que profundizáramos un poquito más.
Y hoy vamos a comenzar por la Inteligencia Verbal o Lingüística.
Es la inteligencia de las palabras y el lenguaje. Las personas que son hábiles para leer, escribir, hablar, contar cuentos, hacer juegos de palabras, escribir poemas o hacer discursos probablemente tengan una inteligencia verbal muy activa y tengan una gran capacidad de utilizar las palabras de una manera muy efectiva ya sea escribiendo o hablando. Además suelen tener buena memoria para recordar nombres, lugares o fechas.
Y tal como ocurre en todas las actividades que realizamos, para que el lenguaje y la comunicación sucedan es necesario que el cerebro participe. Pero esto no pasa sin un orden específico, sigue una serie de patrones dependiendo de la acción.
Es decir que, a nivel cerebral, el lenguaje es un proceso que sigue una serie de patrones cuya regulación se ha ubicado en distintas zonas.
Los neurólogos nos cuentan que hay tres sistemas principales encargados de esto. Uno de los sistemas es instrumental (encargado de la ejecución), otro es semántico (encargado de la codificación) y el otro es un sistema intermedio que sirve para mediar los dos anteriores.
Cada uno de los sistemas cerebrales que se encargan de regular el lenguaje, actúan por medio de la actividad de distintas zonas cerebrales. Tres de las zonas más importantes son el Área de Broca, el Área de Wernicke y la Circunvolución angular.
El área de broca está relacionada con la capacidad de ordenar fonemas para crear palabras y luego oraciones.
El área de Wernicke ayuda a evocar y vocalizar conceptos, y se encarga también de procesar los sonidos para combinarlos creando unidades capaces de tener significado.
Y la Circunvolución angular. El cerebro está cubierto por numerosos pliegues que tienen funciones muy importantes y aún no del todo conocidas. Estos pliegues o relieves se llaman circunvoluciones.
Una de las circunvoluciones que participa en la regulación del lenguaje es la circunvolución angular, también conocida como giro angular. Además del lenguaje, esta zona participa en la actividad de la memoria episódica y semántica, en las habilidades matemáticas, la lectoescritura y la atención espacial.
Te voy a proponer algunas preguntas para que averigües si te sientes a gusto con este tipo de inteligencia. Si en la mayoría tu respuesta es afirmativa puede que esta inteligencia sea una de las tuyas, como ya sabes no tenemos una sola inteligencia, podemos sentirnos bien con más de una. Ya lo iremos averiguando más adelante cuando hablemos de las demás.
Vamos con las preguntas:
¿Cuándo estabas en la escuela veías que escribías mejor que el promedio de tus compañeros?
¿Te gusta contar chistes o inventar historias increíbles?
¿Tienes buena memoria para los nombres, fechas y lugares?
¿Disfrutas haciendo juegos de palabras?
¿Disfrutas leyendo?
¿Te gustan las rimas y los trabalenguas?
¿Te gusta escuchar relatos e historias?
¿Cuándo estabas en la escuela tenías u buen vocabulario?
¿Te comunicas fácilmente por medio de la palabra?
A estas alturas podrás tener una idea de si tu inteligencia verbal está cómoda contigo. Si no es así puedes trabajarla para conseguir mejorarla. Te voy a dar algunas pautas de cómo puedes desarrollarla.
Sería bueno que comenzaras a lee siempre que tuvieras oportunidad y si puedes leer el alto mejor.
Ten un diario, en él puedes escribe historias, poesía o cualquier cosa que se te ocurra, lo ideal es que todos los días te obligues a escribir algo.
Trabaja la memoria con ejercicios mnemotécnicos y aficiónate a los puzles.
También puedes trabajarla con los juegos y ejercicios que te recomienda para esta inteligencia la Neurogimnasia Sistémica. Te comparto uno de ellos para que empieces a trabajarla tanto si estás cómodo en esta inteligencia como si no.
Este juego será más divertido si lo haces con otras personas, se titula:
El reto consiste en contar una historia o hablar de algún tema durante un minuto sobre una palabra que será la protagonista.
En una bolsita pondremos varios papelitos doblados con diferentes palabras y sacaremos uno al azar. La palabra que esté escrita en él será la que tendréis que introducir en aquello que queráis contar.
No os preocupéis de si sabéis o no que decir, puede que la palabra sea de lo más rara, lo importante es improvisar lo que se os ocurra ya tenga sentido o no.
Ya veréis como con el tiempo la narrativa se vuelve mucho más eficiente y además es un buen entretenimiento para una tarde con amigos o en el cole con tus alumnos.
Que os divirtáis.