distintas semillas sobre cucharas de madera
Salud

Las semillas

En el artículo anterior estuvimos recordando la importancia de la alimentación y la proporción de los diferentes alimentos que deberíamos ingerir.

En esta ocasión me gustaría hablaros de las semillas ya que son la mejor fuente natural de vitamina E, conteniendo además, gran cantidad de proteínas y grasas de buena calidad y fácil asimilación.

A nivel energético, todas las semillas contienen su memoria universal por lo que se les considera un alimento vivo. Es por este motivo que son tan beneficiosas para tonificar el cuerpo físico ya que refuerzan el sistema nervioso, incrementan la vitalidad y tienen un importante efecto  rejuvenecedor.

Contrariamente a lo que se piensa las semillas no engordan y se recomienda tomar una pequeña cantidad  diariamente ya que se puedes incluir en cualquier clase de platos. Es importante que cuando compremos semillas intentemos que sean biológicas y que la almacenemos  en lugares oscuros y fríos, pues la luz y el calor provocan su oxidación.

Las semillas más conocidas que se encuentran en el mercado son las de sésamo, las de girasol, las de calabaza y las de quinoa. Todas ellas las podremos encontrar con diferentes texturas como mantequillas o cremas. Éstas, son estupendas para diluirlas y añadirla como aliño en platos dulces o salados. Os la recomiendo sobre todo en las ensaladas si la mezclas con nata vegetal el resultado es un plato muy nutritivo pero sobre todo muy sabroso.

Empecemos por saber un poquito más sobre las semillas de sésamo ya que ha sido un alimento muy importante desde la prehistoria, especialmente en los países mediterráneos. El sésamo es una de las plantas cultivadas más antiguas y su importancia radica en que son increíblemente nutritivas.

Contienen un 35% de proteínas, bastante más que algunos frutos secos; y el doble de calcio que la leche. Imaginaros qué importancia tiene consumirlas pues tan sólo con una cucharadita diaria tendremos resuelto la ingesta de calcio que necesitamos diariamente. Y por si esto  fuera poco son ricas en vitamina E, fósforo, niacina y tiamina. Es la semilla más importante para las mujeres pues el calcio está asegurado y además contienen la misma cantidad de hierro que el hígado.

Seguimos con la semilla de girasol. Estas no se quedan atrás, fijaros que  contienen más proteínas que la carne, siendo también una buena fuente de calcio, fósforo, hierro y vitaminas A, D, E y muchas del complejo B.

Otra semilla maravillosa es la de calabaza. Tienen un alto contenido en proteínas siendo una fuente excelente de hierro, fósforo, magnesio, zinc y vitamina A; contienen además calcio y vitaminas del complejo B.

Son recomendables para tratar problemas relacionados con la próstata, y para descargar nuestro organismo de parásitos intestinales. Todos los hombres tendrían que tomar diariamente un puñadito de estas semillas y su próstata estará siempre en plena forma. Así como la infancia estaría protegida de parásitos.

ying-yang hecho de semillas

Y por último la quinoa, esta tienen una riqueza en proteínas sin parangón en el mundo vegetal.

La quínoa crece en los Andes en alturas superiores a los 3.000 metros y se cultiva sin abonos químicos por comunidades del Altiplano.

Contiene entre un 17 y un 22% de proteínas, lo que la sitúa al mismo nivel que la carne, el pescado, las legumbres o los frutos secos y muy por encima de los cereales. Pero además su riqueza en el aminoácido lisina hace que esas proteínas puedan ser aprovechadas en un 75% por nuestro organismo.

La quínoa está considerada como el alimento más saludable, barato y ecológico de consumir proteínas.

Es facilísimo de cocinar pues en 15 minutos a fuego lento tras el primer hervor está perfecta. Solo requiere el doble de agua que de semilla. Puedes utilizarla de la misma manera que si fuera arroz ya que tanto en platos dulces como salados se adapta perfectamente.

 Su harina, mezclada a partes iguales con la del trigo, puede utilizarse en pasteles y galletas por lo que no pueden faltar diariamente en la mesa pero sobre todo en la alimentación infantil.

Podréis encontrar muchísimas recetas fáciles en las redes, merece la pena que probéis, vuestros pequeños y no tan pequeños os lo agradecerán.

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