Conciencia Corporal
Salud

¿Qué significa Consciencia Corporal?

Si me pongo a pensar y analizar la pregunta, me doy cuenta de lo simple y compleja que puede ser la respuesta.

En el cuerpo está reflejada toda nuestra personalidad. Cuando vemos a alguien y observamos cómo mueve las manos, cómo camina o cómo nos mira cuando habla, nos está aportando una serie de datos que nos indica si es una persona tranquila, si está inquieta o incluso si tiene una alta autoestima. Continuamente el cuerpo nos está diciendo, por medio de posturas, gestos y actitudes, si estamos bien o mal emocionalmente. No tenemos necesidad de hablar para que las personas que nos rodean intuyan cómo estamos.

Lo que está claro es que, cuando somos conscientes de nuestros movimientos y además sentimos que tenemos control sobre ellos, vemos que nos proporciona una energía y una fortaleza que nos permite sentir que controlamos nuestras vidas.

¿Cómo conseguimos Consciencia Corporal?

A mi parecer, eso es tener consciencia corporal. Pero, ¿cómo conseguimos llegar a esa sensación de bienestar?

Pues tendremos que buscar a través de la observación las razones por las que el cuerpo nos habla. Y, ¡por supuesto que nos habla! Sólo tendremos que estar atentos y escuchar que ese dolor tan molesto del cuello nos está indicando que debemos bajar el ritmo de trabajo, averiguar si vamos por buen camino si nos duelen los pies, o a qué tenemos miedo cuando las lumbares empiezan a quejarse.

Todo esto no es algo que se consiga de un día para otro. Necesitamos, además de tiempo, buenas herramientas que nos ayuden a conseguirlo. Para ello tenemos distintos métodos que fortalecen el cuerpo y facilitan la circulación de la energía. Yo siempre aconsejo no quedarnos con el primero que encontremos, probad todos los que podáis, ya que cada persona somos diferentes y cada uno asimilamos la información que nos da el cuerpo de una manera muy personal. Lo importante es siempre disfrutar del movimiento, porque si no es así, nuestro sistema nervioso nos dirá que abandonemos.

La clave: conocernos y transmitirlo en el aula.

Claro que para poder transmitir correctamente estos hábitos saludables a nuestra infancia, la comunidad educativa tendría que tener esa consciencia corporal tan dentro de su ser que pudieran transmitir esos nuevos hábitos continuamente, sin que eso suponga un esfuerzo extra para ellos.

Por eso creo que tendría que ser una asignatura obligatoria en la carrera de magisterio. Ahora que está tan de moda la Inteligencia Emocional, al mismo tiempo tendría que ser imprescindible la Consciencia Corporal.

Y una buena Consciencia Corporal comienza en la respiración. Saber respirar correctamente es muy importante, pero saber transmitir ese conocimiento a los demás, lo es más. Para mí, un buen maestro no es sólo el que enseña matemáticas, lengua, dibujo o música, también es el que sabe transmitir control corporal, ya que todos sabemos que si controlamos el cuerpo, controlamos las emociones. Una manera de aprender a vivir con las diferentes emociones es a través de nuestra respiración. Ya sabemos que a través de ella, podremos solventar momentos de ansiedad, ira o rabia. Situaciones que se dan todos los días en las aulas.

Bueno, no quiero que esto os resulte demasiado largo. En otro momento seguiremos hablando de cómo conseguir Consciencia Corporal. Pero si me permitís un consejo antes de terminar, os diré algo que a mí me ayuda mucho cuando quiero cambiar un hábito que no me gusta, y yo sola no me doy cuenta que lo estoy haciendo mal.

Todo el mundo sabe que cambiar hábitos no resulta fácil, sobre todo si éstos llevan arraigados bastantes años. Pero una manera sumamente práctica para modificarlos, es pedir a personas cercanas que nos lo recuerden cada vez que caigamos en el error. Con ello, mejoraremos la comunicación entre el cerebro y el sistema nervioso, hasta que llegue el momento en que, a través de la repetición, nuestro cuerpo ya no lo necesite. Ni tengamos que mirarnos en un espejo para saber si estamos corporalmente bien colocados.

conciencia corporal en dos niñas

Transmitir nuevos hábitos. La respiración.

Claro que para poder transmitir correctamente estos hábitos saludables a nuestra infancia, la comunidad educativa tendría que tener esa consciencia corporal tan dentro de su ser que pudieran transmitir esos nuevos hábitos continuamente, sin que eso suponga un esfuerzo extra para ellos.

Por eso creo que tendría que ser una asignatura obligatoria en la carrera de magisterio. Ahora que está tan de moda la Inteligencia Emocional, al mismo tiempo tendría que ser imprescindible la Consciencia Corporal.

Y una buena Consciencia Corporal comienza en la respiración. Saber respirar correctamente es muy importante, pero saber transmitir ese conocimiento a los demás, lo es más. Para mí, un buen maestro no es sólo el que enseña matemáticas, lengua, dibujo o música, también es el que sabe transmitir control corporal, ya que todos sabemos que si controlamos el cuerpo, controlamos las emociones. Una manera de aprender a vivir con las diferentes emociones es a través de nuestra respiración. Ya sabemos que a través de ella, podremos solventar momentos de ansiedad, ira o rabia. Situaciones que se dan todos los días en las aulas.

Bueno, no quiero que esto os resulte demasiado largo. En otro momento seguiremos hablando de cómo conseguir Consciencia Corporal. Pero si me permitís un consejo antes de terminar, os diré algo que a mí me ayuda mucho cuando quiero cambiar un hábito que no me gusta, y yo sola no me doy cuenta que lo estoy haciendo mal.

Todo el mundo sabe que cambiar hábitos no resulta fácil, sobre todo si éstos llevan arraigados bastantes años. Pero una manera sumamente práctica para modificarlos, es pedir a personas cercanas que nos lo recuerden cada vez que caigamos en el error. Con ello, mejoraremos la comunicación entre el cerebro y el sistema nervioso, hasta que llegue el momento en que, a través de la repetición, nuestro cuerpo ya no lo necesite. Ni tengamos que mirarnos en un espejo para saber si estamos corporalmente bien colocados.

Gracias por vuestra atención. Y hoy quiero despedirme con una frase que a mí me encanta. Dice así:

“El alumno ENTIENDE cuando está sentado en el aula y APRENDE cuando el cuerpo forma parte del aprendizaje”

Un comentario

  • Tannia

    Me ha encantado este artículo Mercedes y me siento muy orgullosa de conocerte en persona y formar parte de este hermoso proyecto. Muchas gracias por enseñarme tanto.

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