El Cerebro y la Creatividad
Estamos entrando en un mundo donde los niños y niñas nos demuestran las capacidades, los logros y las maravillas en las que un ser humano se puede convertir.
Uno de esos logros es la facultad que tienen de utilizar ambos lados de su cerebro de una manera equilibrada, armónica y sin conflictos, sobre todo si su educación está bien encaminada.
Vamos a recordar, de una manera muy breve y resumida, las características de cada hemisferio. Sabemos que el cerebro se divide en dos partes muy bien definidas, unidas por un manojo de fibras nerviosas cuya función es conectar los dos hemisferios.
El hemisferio izquierdo es el centro de la lógica y lo racional. Es analítico y calculador, goza con el orden. En definitiva le gusta analizar antes de actuar.
Sobre él se basa el mundo actual y fue el pilar de la educación del siglo pasado.
El hemisferio derecho es la sede de la creatividad, la imaginación y lo artístico.
Se expresa mejor con imágenes que con palabras. Es capaz de llevar a cabo varias cosas a la vez. Primero ve el conjunto y luego se fija en los detalles. Cuando pensamos con este hemisferio, todo es muy rápido a modo de ráfagas o flash.
Ahora, todas estas habilidades del hemisferio derecho son las más utilizadas por los niños y niñas de hoy. Esto nos da una idea de cómo aprenden y cómo les gusta ser.
¡Sois geniales!
Cuando observamos el comportamiento de nuestro hemisferio derecho, nos damos cuenta el porqué del comportamiento de nuestros niños, niñas y adolescentes.
Como por ejemplo, que discutir con ellos es perder el tiempo ya que la palabra no es su modo favorito de comunicación. O por qué los más pequeños a veces ni te escuchan, no porque sean sordos, sino porque su atención está en otra cosa gracias a la facultad que tienen de autoabsorberse con sus pensamientos.
Otra cosa que les caracteriza es hacer varias cosas al mismo tiempo, como ver la tele mientras estudian. Chatear con siete personas a la vez. Contestar al teléfono mientras escuchan su ipod o atienden a su hermano menor. Es más, necesitan hacer varias cosas a la vez para no aburrirse.
Otra de las características que sorprende, es que no hacen algo porque sí. Sólo si está consensuado y acordado por y para todos. Y una vez que dicen sí o no, todo está dicho no hay más que hablar.
Al ver el hemisferio derecho las cosas de modo general, estos chicos y chicas no entienden las cosas pequeñas de la vida como comer o ganar dinero. Por el contrario, pueden comprender fácilmente cosas metafísicas o asuntos complejos de computación.
Tampoco les gusta perder tiempo en estudiar algo que no les va a servir en el futuro. Estamos frente a personas veloces, basta explicarles algo una vez para que ya lo sepan.
Los niños, niñas y jóvenes de hoy tienen su peculiar manera de hacer las cosas. Su capacidad mental para gestionar pensamientos alternativos es única, y no me refiero a una acción solamente física, sino también astral o de otros niveles.
Estas formas y pautas van a dar luz a una sociedad más humana, más creativa y más intuitiva, eso sí, siempre que el cerebro funcione de una forma integral, equilibrada y armónica entre los dos hemisferios.
La Educación Creativa
Padres y profesores, ¿qué tenéis ante vosotros? Un nuevo paradigma se abre dentro de los hogares y las aulas. La responsabilidad de potenciar la creatividad, si queremos que esos niños y niñas se conviertan en personas equilibradas y exitosas recae en vosotros. No queda más remedio que potenciar los juegos, los placeres, el sentido del humor, las fantasías y lo lúdico.
El desarrollo de este hemisferio derecho es necesario desarrollarlo a una temprana edad a través de la pintura, la lectura, la poesía, la danza, todo lo que despierte la imaginación. Estas prácticas les dan confianza en sí mismos, el contacto con la naturaleza les ayuda a respirar correctamente, a oxigenarse. Conocer lugares bonitos, sagrados, cargados de energía, les ayuda a conectarse con el silencio interior.
En realidad, no se trata de educar sino de aprender simultáneamente. Nosotros les enseñamos lo que conocemos y ellos nos transmiten su sabiduría. Sólo tenemos que cultivar una educación ecológica, física, psicológica y espiritual, de una manera individual, poniéndonos en la situación de cada uno de ellos. Dejando que se adapten a través del juego y averiguando cuál es la vocación natural del niño o la niña. Les observamos, vemos qué les gusta, nos adelantamos a sus afinidades y les preparamos el campo que les corresponde.
¿Qué quieren ellos?
Quieren Paz. Quieren difundir amor. Quieren igualdad donde no exista el mal. Ellos y ellas vinieron a preparar el terreno para que entremos en una época dorada.
“La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón”
Howard Gardner